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martes, 22 de noviembre de 2011

Cómo hacer una maleta y no morir en el intento

Mañana me voy de viaje: cinco días estupendos en Barcelona para visitar a la familia. Después de rastrear por Internet, el modo más barato de hacerlo (y que no supongan siete horas apretujada en el asiento de un autobús) ha sido el avión, en una compañía low cost.
Como buena compañía low cost, el billete ha sido barato, pero las opciones que te dejan en cuanto a equipaje, son desoladoras. ¿Cómo voy a conseguir llevar todo lo que quiero en tan diminuto espacio?

No sé si os pasará a vosotras, (y digo vosotras, porque no sé cómo funcionan estas cosas en el mundo de los hombres) pero yo no sé qué voy a querer ponerme con tanta antelación, y me gusta tener opciones donde elegir: no es lo mismo pasarse la mañana conociendo sitios turísticos, que salir a tomar unas cervezas por la tarde o tomar una copa por la noche en un lugar cool.

El caso es que como no puedo llevar todo lo que me gustaría, pues el precio por el exceso de equipaje es superior al del billete en sí, he tenido que planificar muy cuidadosamente lo que metía en la maleta. Primero: dado que voy a casa de familiares, he prescindido de toalla, dentrífico, champú, gel y secador del pelo (muy a mi pesar, porque el mío me gusta mucho, y todos los que me han prestado hasta ahora tienen la potencia de un abanico). Segundo: llevo toda la ropa dentro de una misma gama de colores, así me apaño con menos calzado, bolsos y complementos. Aún así me junto con un par de vaqueros, tres chatetillas de punto, cuatro camisetas y tres vestidos, (con la tentación de meter otro más por si las moscas, y una rebeca más gruesa), sin olvidar la ropa interior (punto imprescindible), un pijama, los botines y unas zapatillas. Tendré que prescindir de la bata y las zapatillas de andar por casa, pero es un mal necesario. Tercero: lo que más ocupa, lo llevaré puesto. Cuarto: un neceser con cepillo de dientes, cepillo del pelo, colonia y algo de maquillaje. Quinto, y último (aunque no por ello menos importante): un libro para la espera en el aeropuerto.

Cargador del móvil y otros útiles tecnológicos aparte, no sé si me olvido de algo en mi previsión y si me quedo escasa de ropa, pero bueno, a fin de cuentas me voy a Barcelona, no al fin del mundo, y a mi favor juega el hecho de que dispondré de lavadora en caso de necesidad.

¿Me dejarán subir la maleta al avión? ¿Alguna vez os habéis encontrado en un dilema parecido? ¿Cómo hacéis el equipaje para varios días utilizando una maleta pequeña? 



1 comentario:

  1. Yo, antes de hacer maletas, lo primero que me hago es una lista, super ordenada, de cosas que tengo que llevarme. Empiezo pensando en lo primero que necesito por la mañana hasta la noche, y a eso luego le añado lo típico: ropa, ropa interior, aparatos tecnológicos, etc...Todo esto lo hago con (bastante) antelación para evitar dejármelo para última hora.
    Otra manía que tengo es llevarme siempre cosas de más, pero bueno, las veces que he viajado en low cost hago intento restringir al máximo, siendo objetiva con lo que realmente necesito, y tampoco he echado nada en falta nunca, jejeje

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